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POSICIÓN DE ZAIO
Posición abierta, sin defensas, que el 24 de julio evacuó hacie el norte para escapar de un posible ataque de los rifeños. Situada junto a localidad del mismo nombre, era una posición abierta, sin más defensa que un antiguo parapeto. Estaba guarnecida por:
Posiciones de la circunscripción de Nador. El 23 de julio regresó a la posición el capitán Sánchez desde Batel, donde había conducido y desarmado, por orden del general Navarro, a la harka amiga auxiliar que se diría a Annual para engrosar las fuerzas españolas allí concentradas. El capitán les informó del hundimiento de la línea española. Difundida la noticia por la población, durante el día desertaron todos los policías, excepto nueve que quedaron en la posición. El capitán Sánchez tenía de alguna manera decidida la evacuación de la posición. A las 04:00 horas del 24 de julio el capitán Sánchez ordenó a las familias civiles que vivían en el recinto que evacuasen por esperarse un inminente ataque; descartada la retirada a zona francesa a pesar de su cercanía, por la presencia de los rifeños rebeldes en el campo, el capitán decidió dirigirse al norte, hacia Zoco el-Arbaa, en el extremo oriental de la Mar Chica. La fuerza de la posición y los civiles salieron de inmediato, a las 06:00 horas; durante el día entraron en la posición los policías desertores y diversos rifeños para saquearla. La columna llegó sin novedad a su destino a las 13:00 horas del 24 de julio, habiéndolo hecho los civiles una hora antes. Zoco el-Arbaa era un poblado de europeos sin guarnición, exceptuando un puesto de la Policía Indígena sin condiciones defensivas, al mando del teniente don Vicente Llegó Penalba, de la 1ª mía de la Policía Indígena. El día anterior había visto salir fuego en la distancia desde Nador, situada en la orilla occidental de la Mar Chica, frente al Zoco, y como durante la mañana del 24 el correo que enviaba diariamente a Zeluán no pudo pasar por culpa de los rifeños alzados en armas, el teniente decidió evacuar hacia Melilla a mujeres, niños y ancianos en diversas embarcaciones; cuando se quiso dar cuenta, todos sus policías habían desertado. En la evacuación añadió a los civiles que llegaron con la columna de Zaio al mediodía. A su llegada, el capitán Sánchez continuó la marcha hacia Melilla por la Restinga, por el brazo de tierra que separa la Mar Chica del Mediterráneo. Al llegar a la bocana cruzaron la entrada de mar en las barcas de la Aduana, mientras que el ganado de los civiles de Zaio, que el capitán Sánchez conducía en su columna, logró cruzar la bocana a nado. Finalizada la evacuación de los civiles, el teniente Lledó se unió a la columna del capitán Sánchez siendo tiroteado a la salida del poblado por los rifeños y policías desertores, que entraron en el mismo para saquearlo.
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