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DESASTRE FRANCÉS DEL MARISCAL LYAUTEY (abril - julio de 1925)
Envalentonado por sus éxitos, Abd el-Krim atacó a los franceses en abril de 1925, ocasionándoles una derrota similar a la de Annual de cuatro años antes. La derrota empujó a los franceses a apoyar el desembarco español en Alhucemas de septiembre de ese mismo año, lo que supuso el comienzo del fin del gran caudillo rifeño.
El 13 de abril de 1925, 3.000 hombres de Abd el-Krim atacaron la línea del Uarga para cortar las comunicaciones de la zona francesa del Protectorado marroquí con Argelia. Atacaron la cábila de Beni Zeruel, cuyo territorio era mucho menos abrupto que el de Annual, e hicieron tambalear la línea defensiva que había construido el mariscal Lyautey. En el mes de junio llegaron a amenzar muy seriamente las ciudades de Taza y Fez, obligando la franceses a evacuar la población civil de la primera sobre la segunda para evitar una masacre.
Mariscal Louis Hubert Lyautey, primer residente general del protectorado francés en Marruecos. El ejército francés del mariscal Lyautey tenía 20.000 soldados con su material al completo y armamento moderno. Estaba apoyado por cinco escuadrillas de aviones y su mando no estaba sometido a ningún tipo de presión política ni de la opinión pública (los intereses coloniales franceses eran muy grandes). A pesar de ello, el 20 de julio, las bajas francesas eran de unos 2.000 muertos y desaparecidos y unos 3.710 heridos. En dos meses y medio cayeron 48 posiciones de un total de 66 que había en la zona. Los rifeños se apoderaron de 51 cañones, 35 morteros, 5.000 fusiles, más de 200 ametralladoras, 7.000.000 de cartuchos, 60.000 granadas de mano, 10.000 granadas de mortero, 16.000 proyectiles de cañón y destruyeron todos los aparatos que había en el aerodromo de Ain Meduina. Los franceses reaccionaron con la energía nacional que les caracteriza y no solo atacaron con brío a Abd el-Krim, sino que apoyaron sin reservas el desembarco español en la bahía de Alhucemas, que se llevó finalmente a cabo en septiembre de ese mismo año de 1925. En definitiva, el ataque a los franceses supuso el comienzo del fin para Abd el-Krim.
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