El plan fracasó estrepitosamente, pues la columna del general Schwartz fue detenida el 6 de junio en el primer combate del Bruch, regresando a Barcelona con muchas dificultades la madrugada y mañana del día siguiente, de forma que hasta la noche de ese día estuvieron entrando en Barcelona rezagados heridos en completo desorden.

Por su parte, la columna de Chabran entró en Tarragona sin novedad la tarde del 7 de junio. Allí esperaba que se le uniesen los batallones del Regimiento de Wimpffen, de guarnición en Taragona, y del Regimiento de Guardias Españolas, de guarnición en Villafranca del Penedés. Pero ambas unidades se negaron, manteniéndose espectantes esperando el partido a tomar según iban llegando noticias sobre la sublevación de Valencia, Lérida y Tortosa. El general Chabran no pudo continuar su marcha hacia Tortosa, pues el 9 de junio tuvo que regresar a Barcelona, siguiendo las órdenes recibidas del general Duhesme y expedidas tras el fracaso de Schwartz, pues necesitaba sus tropas para controlar y enfrentarse al levantamiento del Principado. En su regreso Chabran se enfrentó a unos 3 ó 4.000 somatenes de la zona, envalentonados por el éxito del Bruch. Tuvo un pequeño encuentro sin importancia en el Vendrell, pero en la acción de Arbós se vió obligado a combatir, saqueando a continuación la población sin piedad.

El general Lechi había salido de Barcelona con algunos batallones para acoger a la columna Chabran en Vallirana. En su camino tuvo que dispersar a los vencedores del Bruch en Molins del Rey, pues pretendian parar a los franceses en el Llobregat. En Villabrana los soldados de Chabran se unieron a los de Schwartz para recobrarse de los combates y sinsabores de los días pasados.

El general Duhesme tenía reunidos en Barcelona y sus alrededores a todo su Cuerpo de Ejército, pero estaba sitiado y con las comunicaciones con Francia cortadas. Pero en lugar de tratar de tomar Tarragona, excelente base de operaciones con puerto marítimo para dominar el occidente de Cataluña, decidió enfrentarse a la insurrección para cortarla de raiz, y restablecer las comunicaciones con Francia. Por ello, el 12 de junio ordenó al general Chabran que uniese las tropas del general Schwartz a las suyas y marchase hacia Manresa, que consideraba el foco de la sublevación, mientras que otros dos cuerpos reconocerían los caminos de Mataró y Granollers hacia Gerona y la frontera francesa.

De nuevo el general Chabran fue detenido el 14 de junio en el segundo combate del Bruch, entrando sus tropas en Barcelona la noche del 15 en lastimoso estado.

Las columnas enviadas a reconocer los caminos de Francia regresaron a Barcelona sin haber cumplido su misión. La primera de ellas, de unos 2.000 hombres, tras salir el 13 de junio por el camino de la costa fue detenida y obligada a regresar tras la acción del castillo de Mongat. La segunda, cuya misión era reconocer el camino de Granollers, no pasó de Moncada, pues los somatenes les presentaron resistencia en el angosto valle del Besós y los franceses decidieron regresar a la capital después de haber saqueado la Ermita de los Ángeles, cerca de Moncada.

Vista la situación tan adversa para los franceses, el general Duhesme decidió que lo prioritario era abrir de nuevo las comunicaciones con Francia. Para ello envió el 16 de junio al general Lechi en vanguardia con una fuerza de 5.000 hombras, ocho piezas de artillería y un tren de puentes. Ese mismo día el general Lechi tomó primero el castillo de Mongat prácticamente sin resistencia. Acto seguido realizó la ocupación de Mataró, que cayó tras un breve combate. Tras este éxito inicial, el general Duhesme prosiguió para realizar el primer ataque a Gerona, ante cuyas murallas apareció el 20 de junio. No obstante, sus asaltos fueron rechazados por los gerundenses. Al no tener fuerzas suficientes para establecer un sitio en toda regla, Duhesme regresó a Barcelona a los dos días de aparecer por Gerona para encerrarse entre sus muros y esperar refuerzos del Emperador.

Mientras la Junta de Lérida trataba de organizar los efectivos de los patriotas y somatenes, los vencedores del Bruch fortificaban la orilla derecha del Llobregat, mientras que San Boy, Molins del Rey y Martorell lograban artillería para defenderse. No obstante, a pesar de los esfuerzos españoles, de la profusión de puestos de observación, vados fortificados y campos batidos, la línea era demasiado larga. El desconocimiento del punto de ataque francés hacía que todas las posiciones españolas fuesen débiles y fáciles de embestir y conquistar. De este modo el general Duhesme forzó el 30 de junio el combate del Llobregat para romper la línea española. No obstante, los franceses fueron detenidos el 4 de julio en la acción del Congost en su intento de pasar a la comarca de Vich.

Recibidas las noticias de que se encaminaba hacia Cataluña la división del general Reille, organizada por Napoleón para reforzar el Cuerpo de Observación de los Pirineos, el general Duhesme decidió intentar de nuevo la toma de Gerona. Para dejó los efectivos mínimos en Barcelona al mando del general Lechi